Un estudio forestal ha determinado que se trata de ejemplares, en su mayoría chopos, que se encuentran enfermos y hay riesgo de que caigan. El concejal también quiere dejar claro que no hay un riesgo inmediato de que alguno de estos árboles pueda venirse abajo, aunque sí señaló que se tiene previsto actuar a lo largo de las próximas semanas para evitar cualquier tipo de riesgo.
Setenta y tres eran los árboles que se pretendían talar en el parque de los Jardinillos en el marco del proyecto de reforma que se llevó a cabo entre los años 2020 y 2021. Setenta y tres árboles que finalmente fueron perdonados por resolución judicial tras una denuncia de la plataforma ‘Una Silla, Una Manta, Un Libro’.
El equipo de gobierno municipal de aquel momento motivaba la tala en una mezcla de razones estéticas y de seguridad por el mal estado de salud de los árboles, pero no presentó un informe justificase técnicamente la actuación, con lo que el Juzgado paralizó finalmente la retirada de estos ejemplares, que todavía se levantan en el parque.
Sin embargo, el paso del tiempo ha permitido comprobar que el argumento de la mala salud de los árboles respondía a una realidad, al menos, en algunos de los ejemplares que fueron indultados hace tres años. Así lo ha determinado un estudio fitosanitario elaborado por un ingeniero forestal contratado por el Ayuntamiento, que ha elaborado un informe detallado y preciso del estado de salud de todos los árboles que se encuentran en el parque de los Jardinillos.
En ese estudio se indica la necesidad de que se talen doce árboles de los Jardinillos, dado que su estado de salud es malo y se corre el riesgo de que puedan caer en algún episodio de fuertes vientos, como ya ha ocurrido en diversas ocasiones en los últimos años, la última precisamente el pasado mes de noviembre, cuando se vino abajo un ejemplar de grandes dimensiones, lo que obligó a cerrar el parque durante un fin de semana.
La mayor parte de esos doce árboles ahora de nuevo condenados son chopos de gran fuste, y que han alcanzado ya su plenitud vital, con lo que empiezan a deteriorarse. La mitad se encuentran en la zona situada en la esquina que forma la confluencia de la plaza de león con las avenidas de la Antigua Florida y Simón Nieto.
«Contamos con un informe técnico, elaborado por un ingeniero forestal, que ha ido estudiando uno a uno todos los árboles. No se trata de cortar por cortar, sino de retirar aquellos que presentan un problema, y se ha detectado en doce ejemplares que hay que talar. Y como no queremos tener ningún problema judicial, el informe justifica plenamente la actuación para que se ajuste al auto que emitió en su día el juez y que paralizó la tala de los 73 árboles. Estamos seguros de que esta vez no vamos a tener problemas«, explica el concejal de Medio Ambiente, Antonio Casas.
El edil se ha puesto también en contacto con integrantes de la plataforma creada para la defensa de los árboles de los Jardinillos para explicarles la situación y el riesgo que corren algunos de los ejemplares, que, aunque no es inmediato, según recalca el concejal, sí existe. «La plataforma es consciente del problema y está de acuerdo con que se actúe sobre los árboles que presentan problemas, lo que no acepta es la tala solo por motivos estéticos, pero este no es el caso», indica el concejal de Medio Ambiente, quien explica que en los próximos días tendrá un encuentro con los responsables de la plataformas que defienden el arbolado para exponerles el proyecto con detalle antes de que se proceda a retirar los árboles señalados.
Pero además de la tala de estos doce ejemplares, el informe señala que hay otra serie de árboles con mala salud, para los que se propone otro modelo de tratamiento, mediante podas selectivas, con el fin de intentar salvarlos sin tener que proceder a la tala definitiva.
Sin embargo, el concejal de Medio Ambiente quiere también dejar claro esta actuación de saneamiento en el parque de los Jardinillos no supondrá la pérdida de ningún árbol, puesto que el objetivo del Ayuntamiento es la reposición de todos los ejemplares que se talen. «No vamos a perder ningún árbol, esa no es nuestra filosofía de actuación. Todos los árboles que se retiren se van a reponer, aunque, desde luego, no vamos a plantar chopos como los que se van a talar. Se replantarán otros ejemplares que se adapten mejor a las condiciones del terreno, más adecuados para este clima y que también puedan ofrecer una mejora estética, acorde con el entorno en el que se van a colocar», indicó Antonio Casas.
El concejal también quiere dejar claro que no hay un riesgo inmediato de que alguno de estos árboles pueda venirse abajo, aunque sí señaló que se tiene previsto actuar a lo largo de las próximas semanas para evitar cualquier tipo de riesgo, dado que ya se han producido algunos accidentes por el mal estado de algunos árboles en diferentes puntos de la ciudad. Precisamente en el parque de los Jardinillos el viento derribó un ejemplar en noviembre del pasado año y otro en marzo de 2021. Además, en el mes de octubre pasado, un bombero resultó gravemente herido al ser golpeado por un árbol que se vino abajo en el Camino de San Román cuando se encontraban actuando para la retirada de este mismo ejemplar que se había inclinado cortando el paso en el acceso a unas fincas.
Una normativa especialmente proteccionista con el arbolado
Talar un árbol en Palencia no resulta fácil. El Plan General de Ordenación Urbana resulta especialmente proteccionista con el arbolado e incluye dos artículos en los que específicamente se establecen trabas para que pueda cortarse algún árbol. Y son estos artículos el 145 y el 185 los que han servido en diferentes momentos a las organizaciones creadas para defender los árboles frente a proyectos de obras que planteaban talas para argumentar sus peticiones de defensa ante los tribunales, que de forma generalizada han fallado a su favor.
El artículo 154 establece que para cortar un árbol situado en la vía pública debe darse una «causa de fuerza mayor imponderable», lo que reduce mucho las posibilidades de actuación en este sentido, puesto que además obliga a reponer todo ejemplar que se tale. Mientras, el artículo 185 hace referencia de forma específica a la vegetación de la ribera del río Carrión, estableciendo un alto grado de protección: «se prohíbe toda destrucción o modificación de la vegetación arbórea, arbustiva, de matorral o herbácea de las orillas o márgenes de los cursos de agua». De esta forma, se han visto paralizadas algunas actuaciones planteadas por el Ayuntamiento para la tala de chopos en las márgenes del río, a pesar de los problemas que generan por la acumulación de pelusas o la inclinación peligrosa que presentan muchos ejemplares.
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