Urbanismo considera que es el terreno más adecuado, porque da continuidad al área actual y dispone de accesos ya construidos.
Hasta ahora, las zonas con más posibilidades de convertirse en nuevos polígonos industriales en la ciudad de Palencia eran aquellas en las que la Sociedad Estatal del Patrimonio del Suelo (Sepes) posee numerosas terrenos. De hecho, los últimos polígonos industriales que se han creado en la capital palentina han sido impulsados por este organismo público, que se ha encargado de gestionar la venta de las parcelas.
Sin embargo, la situación económica actual, derivada de la crisis de 2008 ha conducido a que una actuación similar a la que en su día se llevó a cabo en el polígono de San Antolín resulte totalmente inviable, y Sepes ha dejado claro que no actuará si no es con una demanda clara de terreno por parte de una gran industria, de tal forma que la actuación resulte rentable.
Pero esto implica que la ciudad quede prácticamente condenada a no disponer de suelo industrial para un uso inmediato. Porque a la inacción de Sepes hay que sumar además, la dificultad añadida que supone la inexistencia de accesos a esos terrenos con los que cuenta el Sepes y que tienen la calificación urbanística adecuada para acoger actividades económicas. Y si se quisieran desarrollar en el futuro serían necesarias unas elevadas inversiones económicas por parte del Ayuntamiento para construir los sistemas generales (viales de acceso) a esos hipotéticos polígonos. Una de las zonas se ubica entre los cerros del Otero y de San Juanillo, y para acceder sería necesaria completar la circunvalación de la ciudad para conectar por detrás del Otero con la carretera de Benavente, una inversión que le costaría al Ayuntamiento en torno a 12 millones de euros y que no podría asumir en estos momentos.
La otra zona con la calificación adecuada del suelo en la que Sepes también dispone de parcelas es la situada en las faldas del Monte el Chivo, junto al actual polígono de San Antolín, aunque al otro lado de la autovía. De nuevo, faltan unos accesos adecuados desde la ciudad. En este caso, podría aprovechar el acceso desde la autovía de Cantabria que ha prometido el Gobierno central, pero se trata de un proyecto que debido a la situación económica también se encuentra paralizado y sin consignación presupuestaria, con lo que tampoco puede desarrollarse ese hipotético nuevo polígono de la capital.
Pero el Ayuntamiento de Palencia no quiere resignarse a permanecer sin suelo industrial, del que en estos momentos carece casi por completo, a excepción de alguna parcela en el polígono de San Antolín que se encuentra en venta. El propio concejal de Urbanismo, Luis Fernández Muñoz, ha lamentado en diferentes ocasiones que el Ayuntamiento ha tenido que comunicar a dos empresas interesadas en asentarse en la capital, que no existe disponibilidad de suelo en estos momentos.
Por ello, han comenzado a darse los pasos para intentar el desarrollo como suelo industrial de otra parcela con la calificación urbanística adecuada, pero en la que Sepes no cuenta con terrenos. Se trata de la parcela 4AE del Plan General de Urbanismo de Palencia, que está situada entre el Punto Limpio y el antiguo hospital San Luis, en la actualidad, Hermanas Hospitalarias, orden religiosa que además es propietaria del 40% de los terrenos, según los cálculos efectuados por los técnicos municipales.
Este sector, que ocupa 208.958 metros cuadrados, está calificado como suelo urbanizable delimitado y debe reservarse un 25% para actividades de uso terciario.
La Concejalía de Urbanismo ha solicitado ya al Departamento municipal de Hacienda una retención de crédito de 60.000 euros para iniciar los trámites para la redacción del plan parcial que permita el desarrollo urbanístico de los terrenos.
El Ayuntamiento considera esta zona como la más adecuada para el crecimiento industrial de la ciudad, dado que se trata de la continuación natural de los actuales polígonos, además de contar ya con los accesos construidos, ya que está bordeado por la avenida de Andalucía (el Vial) y la calle Sevilla y lo atraviesa también la avenida de San Telmo, en la salida hacia la carretera de Burgos.
Por el momento, no se ha dado ningún otro paso que la solicitud de reserva de crédito, para contar con los fondos necesarios para la redacción del plan parcial, que es el instrumento urbanístico necesario para que puedan impulsarse los trabajos iniciales de construcción de los sistemas generales básicos.
Esta ausencia del plan parcial supone un problema para el Ayuntamiento, puesto que el terreno cuenta con una calificación de suelo urbanizable delimitado, es decir, se reserva el suelo para una posible dotación de tipo económico, pero no existe aún ningún documento que garantice su futuro desarrollo, ni su ordenación urbanística. Y el problema deriva de la propia normativa de Castilla y León, puesto que ley de medidas sobre rehabilitación, regeneración y renovación urbana, y sobre sostenibilidad, coordinación y simplificación en materia de urbanismo, aprobada en 2014, establece unos plazos concretos para demostrar la viabilidad de los terrenos clasificados en su día como suelo urbanizable, que, en otro caso, retornan a su condición previa de suelo rústico común, es decir, si no cuentan con una herramienta de desarrollo urbanístico aprobada, como un plan parcial, al expirar ese plazo legal, el suelo se recalifica como rústico, con sus especiales protecciones y su imposibilidad para la edificación de viviendas o para trazar nuevos viarios y calles.
Esto supone que si expira el plazo y el terreno se vuelve rústico, el Ayuntamiento, en el caso de querer seguir adelante con su proyecto, tendría que solicitar una modificación del Plan General de Urbanismo, cuyos trámites son especialmente complicados y de larga duración. Y el problema es que ese plazo de la normativa autonómica para los suelos urbanizables delimitados, como es el caso del Sector 4AE es de ocho años, con lo que se cumple el 19 de octubre de 2022, una fecha ya próxima que inquieta al concejal de Urbanismo, Luis Fernández Vallejo.
«Es una actuación importante, porque la necesidad de suelo industrial es el principal déficit que tiene la ciudad de Palencia en estos momentos. No podemos permitir que nos vuelva a pasar, porque han venido dos empresas interesándose por la posibilidad de suelo industrial en la ciudad y les hemos tenido que decir que no hay disponible. Por eso, tenemos que intentar por todos los medios que salga a delante», explica el concejal de Urbanismo, quien señala que es más fácil impulsar el desarrollo de un terreno que es la continuación de los actuales polígonos, que las parcelas en las que Sepes cuenta con suelo de su propiedad.
«El 40% del terreno de ese sector pertenece a las Hermanas Hospitalarias, por lo que su colaboración es fundamental y por eso, estamos ya hablando con la orden religiosa. Pero hay más propietarios y tenemos que empezar a dar pasos», asevera el concejal.
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