La octava edición del Salón del Manga&Cómic se celebra en el frontón de Eras de Santa Marina hasta este domingo.
Había muchas ganas de reencontrarse con los dorayakis de Doraemon -con sirope de limón o de chocolate-, con cómic de superhéroes de Marvel, de manga, con ‘hama beads’ de Pokemon o con miniaturas ciudadosamente pintadas con paciencia y buen pulso. El frontón de Eras de Santa Marina se ha transformado en el paraíso del mundo friki, que, desde el viernes y hasta este domingo, acoge la octava edición del Salón Manga&Cómic de Palencia, organizado por la Asociación Akihabara. «Está yendo genial, estamos muy contentos con la afluencia», afirma la secretaria de la asociación, Rocío León, mientras observa todos los puestos llenos de gente. El viernes, más de 400 personas se acercaron hasta el pabellón para disfrutar de todos los productos llegados de tiendas, artistas y artesanos.
Luke Skywalker se pasea entre los más de veinte puestos instalados sin prisa y sin soltar su espada. «Me gusta la variedad de tiendas, de actividades, ver a la gente y poder charlar», comenta el salmantino Adrián Gómez, que ya había venido en otras ediciones a disfrutar de esta cita en la ciudad palentina. Su disfraz está confeccionado a mano, con ayuda de su hermana, y ya tiene en mente crear otros diseños para futuras citas.
Por detrás camina el protagonista de Cobra Kai, la serie de 2018 basada en Karate Kid. «Me pareció que iba a hacer demasiado calor para venir disfrazado de Jedi y me decidí por este, que me gusta mucho la serie nueva», reconoce, por su parte, el palentino Fernando Alves, que acudió junto a su pareja y sus hijas, afionadas al manga. «Es la primera vez que venimos, les gusta a las niñas ver las chapas, los póster y las figuras», añade.
Este salón, que no se celebraba desde 2019 por la pandemia, espera alcanzar las 2.000 visitas en tres días de celebración, con horario de 10 a 21 horas. Las actividades se suceden en el interior con los puestos, debates y el exterior con juegos de mesa o soft combat (peleas con armas blandas). Además, cada día se celebra un concurso, siendo el del domingo el más esperado. El primer día fue un Karaoke, hoy el enfrentamiento es el ‘K-pop’, que es un baile coreano, y cierra el salón el esperado ‘cosplay’, el concurso de disfraces donde se ven auténticas obras textiles de arte.
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