La Junta de Gobierno Local aprueba el proyecto para la semipeatonalización de las principales calles del casco histórico. El proyecto, que ya ha superado la aprobación por parte de la Junta de Gobierno Local, plantea el tratamiento de semipeatonalización de un largo recorrido por las principales calles del centro.
Será un cambio sustancial en la imagen del centro de la ciudad. Se ganarán espacios para el peatón y los vehículos quedarán relegados a actores secundarios en ese nuevo diseño urbano que quiere impulsar el Ayuntamiento de Palencia. Tanto, que los cambios suponen también una modificación fundamental con respecto al actual planteamiento del tráfico en la zona centro de la capital palentina.
Se trata de un proyecto complementario a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones que engloba a todo el casco histórico de la ciudad y que establece ya de forma inequívoca el modelo urbanístico que desde el Ayuntamiento se pretende implantar por todo el centro de Palencia. Un diseño que sitúa al peatón como actor protagonista de la vida ciudadana, cuya movilidad se plantea como prioritaria, frente al resto de figurantes que pueden encontrarse en las calles palentinas, como los vehículos de motor.
El proyecto, que ya ha superado la aprobación por parte de la Junta de Gobierno Local, plantea el tratamiento de semipeatonalización de un largo recorrido por las principales calles del centro de Palencia, desde la plaza de san Lázaro hasta los Cuatro Cantones y la plaza de Isabel la Católica, hasta alcanzar la confluencia de la calle Antonio Maura con la calles Doña Urraca e Higinio Aparicio.
El objetivo no es la prohibición del tráfico rodado, dado que podrá seguir circulándose por estas vías con libertad, siempre que se cumplan los requisitos de acceso a la Zona de Bajas Emisiones, aunque se quiere dar protagonismo a los peatones por encima de los vehículos, con lo que la velocidad permitida será la mínima posible y en todos los tramos, sin necesidad de que haya pintado un paso de peatones, el viandante tendrá prioridad de tránsito sobre los coches.
La alcaldesa, Miriam Andrés, ha presentado el proyecto junto al concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao, y ha destacado la satisfacción por heber podido sacar adelante el primer proyecto urbanístico elaborado plenamente por el nuevo equipo de gobierno del PSOE, aunque el impulso inicial viene del anterior mandato, con el PP y Ciudadanos al frente, que fueron quienes plantearon la memoria inicial para solicitar la subvención europea que permitirá afrontar económicamente esta inversión, valorado en 1,7 millones de euros.
La regidora explicó también que el plazo de ejecución de los trabajos será de siete meses y que las obras saldrán a licitación la próxima semana, una vez que este proceso pase también por la Junta de Gobierno Local. El objetivo es que puedan comenzar una vez acabada la Semana Santa y estén terminadas en el mes de noviembre.
El objetivo es hacer una ciudad más amable para los peatones, con menos emisiones de gases contaminantes y que ofrezca una imagen más atractiva para los visitantes, ya que se ganan espacios para el paseo y el descanso, además de renaturalizarse las zonas de intervención con la plantación de árboles o la colocación de grandes jardineras a lo largo de todo el trazado.
Fue el concejal de Urbanismo quien detalló todas las actuaciones que se van a desarrollar en los diferentes tramos de la intervención, recalcando que los integrantes del equipo de gobierno se han acercado ya a todos los comercios de la zona afectada para explicarles el proyecto y mostrarle infografías de la imagen futura que tendrán estas calles.
El cambio principal que afecta a todo el recorrido es la elevación de la calzada al mismo nivel de la acera, utilizando para ello adoquines iguales a los colocados en la calle Mayor Antigua, con el objetivo de ofrecer una imagen lo más homogénea posible entre las vías del casco histórico de Palencia.
En la calle Burgos, hasta el cruce con la calle Colón, se eliminan los diez aparcamientos existentes, además de la la zona de carga y descarga y el estacionamiento reservado para la Diputación; se eleva la calzada; se ensanchan la acera y se colocan diez alcorques para árboles. La carga y descarga y los reservados de la institución provincial se sitúa en la calle Berruguete. El concejal de Urbanismo indicó que se trata de una zona en la que la desaparición de estas plazas de aparcamiento no supone un grave trastorno, puesto que es una calle situada a escasos minutos de aparcamientos disuasorios, como el de la Estación de Pequeña Velocidad, la plaza de los Juzgados o incluso el subterráneo de Pío XII.
El cambio más importante afectará al tráfico en la zona de las calles Don Sancho y La Cestilla, en las que se permitirá la circulación en un único sentido, desde la plaza de Isabel la Católica (Compañía) hacia la Diputación. Esto supone que los coches que circulen desde San Lázaro hasta el Palacio Provincia ya no podrán continuar hacia los Cuatro Cantones, sino que tendrán que desviarse en la calle Colón, desde la que podrán dirigirse hacia la avenida de Castilla y de ahí a la zona de San Miguel. «Hemos comprobado con ‘Google Maps’ el tiempo que se pierde y solo hay una diferencia de un minuto, con lo que no creemos que sea preocupante», indicó el concejal de Urbanismo, restando importancia a que se cierre el tráfico desde la Diputación hasta la calle Cardenal Almaraza y la orilla del río. «En lugar de tres minutos, va a tardarse cuatro en llegar al mismo punto», indicó el edil.
En esta zona (Don Sancho y La Cestilla), se elevará la calzada y se ensancharán las aceras en los puntos en que sean inferiores a 3,5 metros. Al llegar al cruce de los Cuatro Cantones, se modifica el diseño, para pavimentar con las mismas baldosas que la Calle Mayor, para que quienes circulen por esta arteria principal tengan la sensación de continuidad y quienes se vean obligados a parar sean los vehículos.
También recibirá un tratamiento especial la plaza de Isabel la Católica, que se elevará y se ganará para los peatones, aunque podrá seguir circulándose como en todo el tramo. Las obras continúan por Menéndez Pelayo y Antonio Maura, en que también las calzadas quedarán al nivel de las aceras, más anchas y con elementos naturales, aunque no se perderán aparcamientos.
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