Vendedores y compradores palentinos consideran que el Gobierno debe ampliar también el descuento a la carne y el pescado que tanto encarecen la cesta de la compra.
El Gobierno confirmó ayer en el Consejo de Ministros que la rebaja del IVA en los alimentos de primera necesidad se va a prolongar más allá de este viernes, como estaba previsto, y lo hará hasta final de año, algo que los vendedores y consumidores palentinos consideran que debía seguir vigente -tras aplicarse en enero- por la continua escalada de precios y una cesta de la compra un 12,2% más cara en los últimos doce meses. Por ello, ven «imprescindible» que se mantenga reducido del 4% al 0% el IVA del pan común, harinas panificables, leche, quesos, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales, junto a la bajada del 10% al 5% del IVA en los aceites y pastas alimenticias, así como que se amplíe en la misma medida a la carne y el pescado al ser necesarios para tener una buena dieta alimenticia.
De esta forma, aunque no se trata de una cantidad elevada de ahorro, apuntan que el beneficio es conjunto para toda la cadena alimentaria al aliviar la situación de las familias, especialmente la de aquellas con bajos ingresos, que dedican una parte mayor de su renta a adquirir productos básicos. Y también a los productores y pequeños comerciantes para que no decaigan las ventas ni el consumo ante el alza progresivo de los costes de materias primas y transporte.
COINCIDENCIA. Un recorrido por la plaza de Abastos, centro neurálgico de los puestos de venta de alimentos al por menor, deja claro el deseo de que las economías familiares no decaigan si en poco tiempo se suprimen los beneficios sociales necesarios, primero por la pandemia y luego con la guerra en Ucrania.
«La rebaja en una compra pequeña apenas se percibe pero, al final, se trata de una ayuda con la que se ahorra algo y todo es bueno para el consumidor y el pequeño comercio. Se debe apoyar más al sector y aplicarla también a la carne y el pescado. Se trata de productos básicos que se consumen a diario», explica Yobana Aznar, dueña de un puesto de verdura de temporada y fruta.
Una de sus clientas, Elena Sánchez, apoya totalmente que el IVA siga rebajado al menos hasta final de año. «Es una medida acertada y necesaria porque cuesta mucho más que antes llegar a final de mes y todos los productos básicos llevan subiendo bastante, encareciendo la cesta de la compra. Se gasta bastante más y hay que mirar bien los precios para equilibrar la economía familiar y comer saludable», desgrana.
«Los proveedores nos aprietan mucho y nos gustaría vender más barato, por lo que cualquier rebaja del IVA es precisa en beneficio de todos. La ganancia ahora es mínima en varios productos ya que los costes productivos y el transporte se han disparado», explica Teófilo García, dueño de una carnicería.
Otra vendedora de un despacho con pollería, Laura, -que vende además huevos, queso y productos artesanos y gourmet- también se muestra clara. «La gente te dice que todo está más caro y que, pese al IVA reducido, tienen un precio más alto que antes, por lo que debe seguir vigente», argumenta.
«Vas a comprar y día a día suben los precios, por lo que el dinero no da de sí y los que tenemos una pensión lo notamos bastante. Lo suyo es reducir también el IVA de carne y pescado, porque todo el mundo debe acceder estos productos», asevera Maribel Gutiérrez mientras compra en la plaza de Abastos.
«En una compra general que el coste sea menor viene muy bien por poco que sea y hay que seguir con esta medida social. Los precios siguen subiendo en varios productos, principalmente en la verdura», concreta el vendedor Álex Mota.
Marta Obeso, que regenta otro puesto en el mercado, opina que «cuando se produjo la rebaja siguieron subiendo los precios y el consumidor no lo notó, por lo que sería contraproducente quitarlo ahora que todos los alimentos siguen con precios al alza con respecto a hace un año y todo resulta más caro».
«Al final el cliente es el beneficiario de un IVA reducido y es positivo. Los altos costes del transporte, el cambio climático y productos que escasean y que suben de precio son un problema serio», expone Gonzalo Higuera, vendedor en un puesto de pescado.
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