El colegio Tello Téllez organiza un reto solidario en un solo día con más de una docena de centros de la capital y consigue duplicar el objetivo
El reto no era sencillo. Un solo día y dos toneladas de alimentos. Pero, a pesar de no ser sencillo, no solo se consiguió, sino que se dobló. La iniciativa organizada por el colegio Tello Téllez, que ha implicado a doce centros, se bautizó como el ‘Jumper Day’, que no era otra cosa que un objetivo solidario a favor del Banco de Alimentos de Palencia. «A falta de recoger todo lo donado en tres centros, que prefieren dejar la campaña abierta algún día más, se van a superar los 4.000 kilos de comida», afirmó este viernes, emocionada y cansada, la secretaria del Banco de Alimentos, Rosa Ortega. «Es un objetivo cumplido con creces, es un esfuerzo brutal de muchas familias y es de agradecer porque están las cosas muy mal», agregó.
Tres furgonetas ha utilizado el Banco de Alimentos para transportar todos los kilos de ayuda desde los centros hasta la sede de la entidad. Comenzaron por la mañana en el instituto Jorge Manrique y continuaron por los dos edificios del Sofía Tartilán, el de Infantil y Primaria. También recorrieron Carrechiquilla, Pan y Guindas, Modesto Lafuente, Carcavilla Activa, Autismo Palencia y el centro Érase una vez, mientras que la comida no perecedera aún no se ha recogido en los centros Victorio Macho, Alonso Berruguete y Mariano Timón.
Estas cuatro toneladas de solidaridad son más necesarias que nunca, ya que el Banco de Alimentos ha aumentado el número de usuarios, hasta los 3.335, desde la llegada de la pandemia. «Nos viene muy bien para que no falte de nada durante dos meses o así», calculaba Rosa Ortega ante cajas y cajas llenas de leche, aceite, dulces, azúcar o latillas.
El ‘Jumper Day’ comenzó con un escrito desde el Tello Téllez a todos los colegios de Palencia para explicarles el objetivo por si querían colaborar con ellos. «Entendemos perfectamente que otros centros también ayuden a otras entidades, a otros compañeros que realizan una gran labor», señaló Ortega, quien ayer había perdido la cuenta de los viajes que se habían hecho con las furgonetas para descargar y volver a por más ayuda en forma de bolsas de comida para los más necesitados. «Son muchos kilos, así que hemos hecho muchos viajes. Hemos trabajado todos mucho, los profesores de los centros, los alumnos con sus familias y desde el Banco de Alimentos», reconocía la secretaria de la entidad, que hace solo unas semanas aseguraba tener el almacén más vacío que nunca por el incremento en la demanda de necesidades.
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